Hasta Tinder se ve afectado con la situación venezolana

Aunque pocos lo admitan, Tinder se ha vuelto una de las aplicaciones a los que muchos ahora recurrimos cuando estamos de viaje. 
Gracias a su sencillez y practicidad, esta app ha revolucionado el mundo de las citas virtuales porque en verdad brinda resultados rápidos y, muchas veces, satisfactorios. 
Basta con deslizar el dedo a la derecha si nos gusta una persona y a la izquierda si no. Así de sencillo. No se tiene nada que perder. 
Para los que somos un poco tímidos y nos cuesta abordar a alguien que nos llama la atención en la calle y conseguir una cita, Tinder es una ayuda. 
En mi caso, usé esta app por primera vez hace unos cinco años. Un amigo me la recomendó insistentemente. Me decía que valía la pena, por lo menos para conocer gente nueva y pasar un buen rato. Y como no tenía nada que perder la descargué sin muchas esperanzas. 
En verdad la he utilizado por temporadas. Recuerdo que la primera vez llegué a tener match con 20 chicas en apenas una semana. De esas 20, chateé realmente con unas ocho y apenas llegué a conocer a dos de ellas. Tuve suerte sólo con una. 

Si nos ponemos a sacar cuentas, uno debe gastar mucho tiempo en “conversaciones” demasiado nulas. “Hola, ¿cómo estás?”, “¿Dónde vives?”, “¿A qué te dedicas?”, “¿Qué estás buscando aquí?”. Siempre las mismas preguntas en loop. 
Pocas son los matches que trascienden estas preguntas manidas. A todo esto, los venezolanos siempre debemos agregar nuestra situación país. 
En ninguna parte del mundo es sencillo encontrar a alguien que nos guste y que guste de uno, una persona con la que compartamos algunos intereses. Pero en Venezuela, además, a la gente no le alcanza la plata para salir a conocer a otras personas. Además que muy pocas mujeres están dispuestas a salir a la calle a encontrarse con un extraño. 
Por otro lado, incluso en Tinder se nota la “diáspora”. Un día puedes estar hablando con una chica que se encuentra a dos kilómetros de ti, y después de unos días sin escribirle notas que la jeva se encuentra a mil kilómetros de distancia. 
Varias personas me han comentado que más que buscar pareja utilizan la app para conocer gente nueva, ya que la diáspora acabó con todos los grupos de amigos en el país. 
En estos días que he pasado en Caracas, me he dado cuenta de que cada vez somos menos y estamos menos en la calle. Así que no parece raro que se recurra al Tinder para buscar relaciones más allá del simple ligue, como en otros países. 
Por ejemplo, una amiga que era muy poco dada a la tecnología, ahora lleva más de un año con un novio que conoció por Tinder. 

Por los momentos, no he encontrado ningún prospecto más allá de algunas prepagos que utilizan la app para ofrecer sus servicios. Espero tener mejor suerte.

Por Ricardo Castillo

Comentarios

Entradas populares de este blog

Martha, la caraqueña que gana 1000 dólares al mes como Camgirl

Viajar dentro de Venezuela

El reggae: la verdadera música del Caribe