Los influencers fitness llegaron para quedarse
Texto: Ricardo Castillo
Las redes sociales han creado sus propias dinámicas y sus propias figuras. Ser influencer y aprovechar los nuevos medios para divulgar distintos tipos de contenidos ya forma parte de nuestras vidas.
Un influencer sería aquel que pueda contribuir a que otras personas puedan cambiar su opinión o conducta. Estos niveles de sugestión son evidentes en el caso de las cuentas Instagram de influencers fitness.
Hoy día cada vez que queremos cambiar nuestros hábitos y tener una vida más saludable, una de las primeras cosas que hacemos es buscar en Instagram esos perfiles que nos motiven y nos ofrezcan datos útiles.
Instagram se ha vuelto la vitrina y base de operaciones de la gente fitness.
De las redes sociales es la más atractiva. Esta plataforma nos cautiva por sus múltiples actualizaciones. Además permite ofrecer contenido de muchas maneras.
Todo parece tan natural cuando “paseamos” por Instagram. Los influencers muestran el fitness de una forma tan amena y sencilla, que a veces se nos olvida toda la preparación que hay detrás de cada publicación.
Los influencers ponen tiempo y esfuerzo en sus cuentas por mostrar buen contenido, constancia y confiabilidad, además de crear conexión con sus seguidores.
La mayoría sabe atraernos no solo por su contenido sobre buena alimentación y ejercicios, sino que también hacen que sus seguidores se interesen por su vida personal, por quienes son, por como viven, por que les gusta. Se vuelven verdaderos modelos.
Lo más interesante de estas cuentas es que muchas de ellas surgieron como perfiles personales. Sin embargo, poco a poco fueron atrayendo más seguidores y creciendo gracias al contenido atractivo que ofrecían.
El mayor ejemplo de lo que puede alcanzar un influencer en Venezuela es Sascha Barboza (@saschafitness), quien ha sabido conquistarnos a todos sus seguidores.
¿Quién no ha tenido sus temporadas de seguir religiosamente el contenido de su cuenta, aunque nunca cumpla con sus recomendaciones? Por más que queramos. Cuesta bastante conseguir quínoa o leche de almendras en Venezuela.
Sascha sabe manejar a la perfección su contenido. Sobre todo, lo hace de una manera personal. No sólo nos muestra todo lo que come y da las recetas, aparte de ofrecernos rutinas de ejercicio, sino que lleva prácticamente un reality show. A través de sus redes, nos enseña su vida.
Mientras que otros medios aún se resisten a la figura del influencer, en el fitness llegaron para quedarse, y a pesar de nuestra crítica situación, los venezolanos han sabido sacar ventaja a estas nuevas plataformas. Se han vueltos verdaderos modelos.
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