El chavismo dividió a América
El chavismo, al igual que dividió a los venezolanos, mediante la polarización política, hizo lo mismo con los países americanos. Esto se ha expresado de manera muy clara en las recientes “diligencias” de la OEA en relación a resolver el problema político que afecta a la población venezolana.
Si bien hace una década, Hugo Chávez prometía compartir la riqueza petrolera con todo el continente, hoy la onda expansiva de la catástrofe económica que vivimos los venezolanos, es lo que compartimos con los países del Caribe y de América Central, incluyendo la zona fronteriza colombiana.
Un estudio del Instituto de Prospectiva Internacional (IPI), de la Universidad del Valle, en Colombia, realizado en los días cercanos a la muerte del ex presidente Hugo Chávez determinó, de manera general, un rechazo de casi todos los sectores empresariales de la región y de los medios de comunicación y del sector político de Chile, Colombia, Guatemala, Haití, Panamá y Paraguay. El apoyo “intenso y global”, en ese momento, provenía de Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua.
La posición de rechazo a que el chavismo siga en el poder, de la mayor parte del empresariado americano, se les ha cobrado al disminuir y en muchos casos cesar las relaciones comerciales que normalmente mantienen los países. Así la irrigación de la prosperidad venezolana, producto del boom petrolero que se vivió en los primeros años de gobierno, tuvo impactos en la región, de acuerdo al cuadre político que se expresara. Era la diplomacia de la petrochequera que puso en práctica el presidente Chávez.
La principal iniciativa del chavismo para atraer la simpatía de los vecinos fue Petrocaribe. Este programa ofreció petróleo subsidiado y a crédito a más de una docena de países. Entre 2006 y 2016, el régimen chavista inyectó más de 346,31 millones de barriles de petróleo, o USD 25.000 millones, en la región centroamericana y caribeña. Lo que suponía que tenía fines sociales y para el desarrollo de la región nunca se cumplió porque su objetivo fue asegurarse apoyos diplomáticos en foros internacionales y buscar la expansión regional del socialismo bolivariano.
Actualmente, el único apoyo que le queda al régimen chavista en Centroamérica es el gobierno sandinista de Daniel Ortega. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, expulsó a diplomáticos venezolanos de su país provocando una crisis diplomática. Igual medida tomó el nuevo presidente de Guatemala, Alejando Giammattei, dejando definitivamente a Nicaragua como el único país de América Central que mantiene relaciones diplomáticas con Nicolás Maduro.
Hoy el negocio de Petrocaribe se ha venido abajo, al igual que el resto de nuestra economía y muchos países dudan que la promesa de seguir aportando petróleo se pueda mantener, por lo que mucho de los que se beneficiaron del apoyo han buscado otras alternativas para mantener su consumo petrolero. Varias refinerías del Caribe están negociando petróleo con proveedores alternativos, ante la disminución del petróleo venezolano. La misma Nicaragua, su único socio centroamericano se ha visto obligada a adquirir un primer cargamento de crudo para su refinería Puma.
Por Luis Ángel Rincón
Comentarios
Publicar un comentario